FILOSOFÍA DEL BLOG


El término clásico “mouseion” significaba “casa de las Musas”, las siete hijas de Zeus y Mnémosime, que son las protectoras de cada una de las artes y las ciencias en la antigua Atenas. Ptolomeo I, general de Alejandro Magno construyó la célebre Biblioteca de Alejandría o Mouseion de Alejandría*. Pero fue en el Renacimiento cuando surgió el concepto de “studiolo” para referirse al lugar donde el príncipe se retiraba a reflexionar y a contemplar sus preciadas pertenencias y donde la virtud era el principal exponente de esta observación.

Es Erasmo de Rotterdam el que establece que el “studiolo” de un hombre culto debe contener una biblioteca, mapas, retratos de hombres ilustres, instrumentos, curiosidades y estar en conexión con la capilla. Así, el “studiolo” reúne objetos de diversa naturaleza vinculados por lo general al mundo clásico (antigüedades y pintura renacentista) y a la religión. Los primeros aportan valores como sensualidad, canon o belleza. Los segundos, fe, verdad. La unión de unos y otros en el mismo espacio permite al estudioso (noble o religioso) conciliar ambas visiones del mundo.

En su studiolo, el príncipe renacentista encuentra reunidos todos los ámbitos de lo real: la naturaleza, la historia –representada por las antigüedades, las obras de arte y los libros- y la religión –relicarios y tratados.

Las concepciones más importantes del museo y de los antiguos “studiolos” son las de adquirir, coleccionar, preservar, estudiar, investigar, exponer, comunicar y educar.

Nuestra empresa intenta acercar esta filosofía clásica adaptándola a la realidad contemporánea queriendo ser observadora del patrimonio natural y cultural aplicando  las ciencias, que de estos recursos emanan, con criterios de estudio, investigación, conservación, puesta en valor y gestión.  Para esto contamos con los mejores profesionales en dichas materias.

*‘Museo, lugar de la ciudad de Alejandría y Egipto, donde se mantenía a expensas del público, un cierto número de gentes de letras distinguidos por su mérito, de modo análogo a como en Atenas se mantenía en el Pritaneo a personas que habían rendido servicios importantes a la República. El nombre de las musas, diosas y protectoras de las Bellas Artes, estaba indiscutiblemente en el origen de este museo. La palabra museo ha recibido después un sentido más amplio y se aplica hoy a todo lugar donde se contienen aquellas cosas que tienen una relación directa con las artes y las musas’ (cita y traducción recogidos en Zubiaur, 2004: 31).